Urólogos en HM Torrelodones Madrid

El Grupo Urológico de HM Torrelodones en Madrid está formado por un equipo de profesionales con gran experiencia en el campo de la urología, capaces de dar respuesta a toda la patología de esta especialidad, garantizando altos niveles de calidad asistencial y persiguiendo la excelencia en la asistencia sanitaria y el cuidado de nuestros pacientes.

¿Qué es la Urología?

La urología es la especialidad médica encargada del diagnóstico y tratamiento de cualquier enfermedad o patología que afecte al tramo urinario, área supra-renal, retroperitoneo o cavidad pélvica.

​Con el apoyo de otras disciplinas como la radiología, endoscopia, laboratorio y de otras especialidades médicas y quirúrgicas; nuestros urólogos le ofrecen un enfoque individualizado y personalizado de cada paciente, indicándole el tratamiento más adecuado en cada caso concreto.


Equipo De Urología

​Dr. Juan Fco. Hermida Gutiérrez (Jefe Equipo)

​Dr. José María Alonso Dorrego (Jefe Clínico)

​Dr. Emilio Rios González

​Dra. Isabel Galante Romo

​Dr. Eva Golmayo Muñoz-Delgado

Dr. Leopoldo Cogorno Wasilkosky

Dra. Gema del Pozo Jiménez

Dra Sara Díaz Naranjo

Dr. Luis Fiter Gómez

Dra Clara Lahoz García

Dr. Francisco Donis Canet


Página web: http://www.urologiatorrelodonesmadrid.com


Centro de Actividad Servicio de Urología

HM Torrelodones

​Avenida Castillo Olivares, s/n

28250 Torrelodones, Madrid






Cáncer de Próstata y Movember

El cáncer de próstata (CaP) es el tumor urológico más común en España y en Europa. Además, constituye actualmente la segunda causa más frecuente de mortalidad por cáncer en los varones.


FACTORES DE RIESGO


Aunque todos son bien conocidos, se han identificado al menos tres factores de riesgo:

  1. La edad: La probabilidad de CaP aumenta con la edad, registrándose la mayor incidencia entre los 65 a 74 años. En casos excepcionales se presenta antes de los 40 años.
  2. Etnia: La población afro-americana tiene la mayor incidencia de CaP de los EEUU y de mortalidad por él mismo, 1,6 veces más que en la población blanca.
  3. Herencia: El riesgo de CaP se duplica con antecedentes familiares de primer grado (padre o hermano). Cuando dos o más familiares de primer grado se encuentran afectados, el riesgo aumenta entre 5 y 11 veces. En aquellos pacientes identificados con factores de riesgo genético es importante iniciar las revisiones prostáticas entre 7-10 años antes de la aparición del cáncer en su familia


Existen varias hipótesis sobre diversos factores, tales como el consumo de alimentos, el modelo de conducta sexual, el consumo de alcohol, la exposición a radiación ultravioleta y la exposición laboral, si bien no se han demostrado.



REVISION PROSTATICA PARA LA DETECCIÓN PRECOZ

La detección precoz se debe ofrecer a pacientes que estén informados sobre los beneficios y desventajas de estas revisiones. Como beneficio, se evidencia un aumento de la detección de cánceres en una etapa temprana, curable, sin embargo, el tratamiento hace que podamos tener en algunos casos un sobrediagnóstico y sobretratamiento que aumentan los efectos secundarios más temidos, como lo son la disfunción eréctil y la incontinencia urinaria.

Las revisiones prostáticas constan de una analítica de sangre midiendo el PSA y un tacto rectal. En el caso de que alguno de los dos estén alteradas, está indicado realizar una biopsia de próstata para descartar posibles células malignas en la glándula prostática.

La determinación del PSA ha revolucionado el diagnóstico del CaP, sin embargo no es un buen marcador de CaP, ya que es un "marcador de órgano", es decir, todas las próstatas expresan PSA. El PSA puede aumentarse por 3 causas: por el tamaño prostático, por las infecciones o inflamaciones de la próstata o por el cáncer de próstata, siendo este último el más importante de diagnosticar o descartar en caso de una elevación del PSA.

Se recomienda la revisión prostática en los siguientes grupos de pacientes:

 

  • Hombres de más de 50 años de edad
  • Hombres de más de 45 años e historia familiar de CaP
  • Afroamericanos > 45 años de edad
  • Hombres con un nivel de PSA > 1 ng / ml a los 40 años de edad
  • Hombres con un nivel de PSA > 2 ng/ml a los 60 años de edad.

     




Diagnóstico

El diagnóstico de certeza se consigue sólo mediante el estudio ánatomo-patológico de muestras de biopsia. Si bien las distintas técnicas de imagen no permiten el diagnóstico de CaP, si nos facilitan tanto la realización de la biopsia (ecografía transrrectal) como la identificación de zonas sugerentes de malignidad (Resonancia Magnética). Además nos apoyamos en técnicas de imagen como la ecografía transrrectal, el TAC, la Resonancia Magnética, la gammagrafía ósea o el PET. Técnicas más novedosas como la biopsia liquida (realizada en un examen de orina después de un masaje prostático) también nos ayuda a tomar decisiones sobre cuándo realizar una segunda biopsia sin necesidad de entrar en quirófano.

 

Tratamiento

El tratamiento del cáncer de próstata abarca un amplio abanico de posibilidades, que van desde la vigilancia activa en casos de enfermedad de muy bajo riesgo de progresión, a tratamientos con hormonoterapia y quimioterapia en estadios avanzados. Actualmente los tratamientos aceptados por las comunidades científicas, con intención curativa, son la cirugia (abierta, laparoscópica o robótica) o la radioterapia.

 

Es fundamental para una aproximación adecuada tanto al diagnóstico como al tratamiento, tener en cuenta todos los factores que condicionan la toma de decisiones.  Es por ello, que el tratamiento es individualizado. La existencia de factores, de patología concomitante o incluso la misma actividad profesional y situación personal de cada paciente son fundamentales a la hora de decidir cual es la mejor opción.

 

Nuestro equipo se caracteriza, no sólo por un manejo especializado y global de la enfermedad, desde el diagnóstico y el seguimiento, sino que además tiene una gran experiencia en manejo quirúrgico en sus distintos abordajes, tanto laparoscópico como robótico, además de ofrecer un tratamiento multidisciplinar con oncólogos médicos y oncólogos radioterapeutas en los casos que así lo requieran. Así mismo tenemos a su disposición las pruebas diagnósticas más avanzadas, incorporando las imágenes de Resonancia a la toma de decisiones.

 

El cáncer de próstata es un enemigo silente, que, con una buena recomendación por parte de su urólogo y una revisión anual puede detectarse a tiempo y ofrecer la mejor opción terapéutica para cada paciente. 




Servicios de Urología

Cirugía Mínimamente Invasiva

Cirugía Laparoscópica

Aunque la primera cirugía laparoscópica fue llevada a cabo en 1901 por Kelling, y la primera nefrectomía por esta vía fue realizada por Clayman en 1990, es a finales de los 90 y principios del siglo XXI cuando la cirugía laparoscópica urológica adquiere una expansión e implantación prácticamente universal.

La cirugía laparoscópica ofrece beneficios respecto a la cirugía abierta clásica, con un menor dolor en el postoperatorio, una convalecencia más corta, menor cicatriz al emplear incisiones mínimas; y con unos resultados, tanto en cirugía oncológica como no oncológica iguales a los de la cirugía abierta.

Los procedimientos incluyen prácticamente toda la cirugía del tracto urinario superior (riñón y uréter) y glándula suprarrenal (excepto casos muy complejos de grandes tumores renales o con trombo vascular), la exéresis de masas retroperitoneales en cáncer de testículo, la cirugía de la pelvis menor (próstata y vejiga) y cirugía reconstructiva del suelo pélvico (colposuspensiones laparoscópicas) y del uréter (reimplante ureteral).

cirugía próstata

Cirugía Robótica

El Servicio de Urología del Hospital Universitario HM Torrelodones ofrecemos a nuestros pacientes la posibilidad de realizar cirugía asistida por robot en el caso de que creamos que la indicación puede ser beneficiosa.

La cirugía robótica es diferente, no sólo a la cirugía abierta, sino también a la laparoscopia, ya que utiliza un control quirúrgico remoto, visión estereoscópica (3D) y filtros para evitar el temblor, lo que aumenta la precisión del cirujano.

Los procedimientos que pueden ser realizados son los mismos que los que se pueden hacer por laparoscopia convencional, pero aporta un mayor beneficio en los que es necesario realizar técnicas reconstructivas o suturas (prostatectomía radical, colposuspensión, cirugía de la unión pieloureteral, reimplante ureteral  y la  nefrectomía parcial).


Endourología

El término endourología acuñado en 1978 por el Dr. Arthur Smith (NY, USA), se utiliza para describir cualquier manipulación o acceso endoscópico cerrado y controlado del tracto genitourinario.

Los procedimientos del tracto urinario inferior, debido a su elevada frecuencia, baja complejidad técnica y estandarización del instrumental, se utilizan de forma rutinaria en la práctica clínica habitual de cualquier Unidad de Urología (cistoscopia diagnóstica, RTU-próstata y vejiga, uretrotomía endoscópica interna,…). Por otro lado, los procedimientos del tracto urinario superior, a excepción del cateterismo ureteral, son procedimientos que requieren instrumental más específico y un grado de complejidad técnica relativamente superior.


Procesos Endourológicos Habituales

La endourología permite el tratamiento de diversas patologías urológicas con una prevalencia e incidencia elevadas:

Litiasis urinaria

El cólico nefrítico es la patología urgente urológica más frecuente y la tercera causa de atención en consulta de urología programada. Aproximadamente el 20% de los pacientes que padecen litiasis acaban precisando un tratamiento intervencionista. El tratamiento de la litiasis urinaria ha evolucionado en las últimas décadas de forma considerable.

  • Ureteroscopia semirrígida, para el tratamiento de litiasis ureterales
  • Ureteroscopia flexible o Cirugía Retrógrada Intrarrenal (CRIR), para el tratamiento de litiasis pielo-calicial hasta 2-3 cm de diámetro máximo, localizadas en grupo calicial inferior, divertículo calicial y en situaciones anatómicas donde la Litotricia Extracorpórea por Ondas de Choque (LEOCH) tiene una eficacia reducida (obesidad mórbida, riñón ectópico, riñón en herradura, monorreno anatómico o funcional, deformidades músculo-esqueléticas).

Las principales ventajas de éstos procedimientos son, una mayor eficacia que LEOCH en el tratamiento de cualquier litiasis, independientemente de su tamaño y composición, necesidad por lo tanto de menor número de re-tratamientos y procedimientos auxiliares.


Tumores del tracto urinario superior
  • Diagnóstico de patologías del tracto urinario superior, cuando los método de imagen no permiten su correcta caracterización
  • Tratamiento electivo de tumores del tracto urinario superior (lesión única, menor de 1-1,5 cm, bajo grado)
  • Tratamiento con indicación relativa de tumores del tracto urinario superior en pacientes no susceptibles (por su elevada morbilidad) de tratamiento radical con intención curativa (nefroureterectomía radical con rodete vesical)
  • Tratamiento con indicación absoluta de tumores del tracto urinario superior en pacientes no susceptibles (riñón único, insuficiencia renal, tumor bilateral sincrónico) de tratamiento radical con intención curativa (nefroureterectomía radical con rodete vesical).


Derivación urinaria
  • Uropatía obstructiva que requiere colocación de nefrostomía percutánea.
  • Cateterismo ureteral anterógrado en situaciones especiales: neovejiga ortotópica, ureteroileostomía cutánea, reimplantación ureteral.


Estenosis ureteral
  • Tratamiento de estenosis ureteral única, menor de 1 cm, secundaria a yatrogenia (ginecológica, vascular, digestiva, urológica,…) mediante dilatación y cateterismo
  • Tratamiento de estenosis ureteral compleja, múltiple, mayor de 1 cm o tras radioterapia, no susceptible de cirugía reconstructiva abierta o laparoscópica, mediante colocación de endoprótesis
  • Fístulas urinarias
  • Estenosis urétero-ileal tras cistectomía radical o urétero-ileostomía (Bricker).
  • Endopielotomía anterógrada o retrógrada para el tratamiento de estenosis congénita de la  unión pielo-ureteral.


Cirugía Reconstructiva

La cirugía reconstructiva genital masculina es uno de los mayores retos profesionales a los que nos enfrentamos los urólogos en nuestro quehacer diario. En algunos casos, la resolución del problema requiere varias intervenciones, no estando exentas de complicaciones, por lo que la experiencia acumulada es uno de los factores más importantes a la hora de obtener unos buenos resultados.

Los objetivos de nuestros urólogos son ofrecer a los pacientes un tratamiento integral y personalizado, valorando en cada caso individual cual o cuales son las mejores opciones terapéuticas. Consideramos que estamos en condiciones de proporcionar una asistencia de gran calidad a todos aquellos pacientes que precisen alguna de las intervenciones descritas.

cirugía genital masculina

Para la realización de todas estas complejas técnicas disponemos de un equipo de urólogos con amplia experiencia, formados quirúrgicamente con grandes especialistas en el campo de la urología reconstructiva. Además contamos con un equipamiento multidisciplinar para el diagnóstico de cada caso (radiología, endoscopia, laboratorio, etc). Realizamos, básicamente, cinco grandes tipos de intervenciones:

Uretroplastias o cirugía reconstructiva de la uretra masculina

Para tratar las estenosis (estrechamientos), roturas u otras lesiones en cualquier localización uretral. Realizamos todas sus variantes técnicas: anastomosis termino-terminal, técnicas de sustitución con colgajos, injertos (mucosa prepucial, mucosa bucal, labial o lingual, piel retroauricular,…) y técnicas en varios tiempos para aquellos casos más complejos.


Tratamiento de la incurvación peneana y otras deformidades congénitas y adquiridas

Principalmente realizamos diversas técnicas de corrección de la incurvación peneana congénita (pene combo) o adquirida (enfermedad de La Peyronie), que abarcan desde la plicatura simple en los casos más sencillos hasta el empleo de injertos con diversos materiales  en los más complejos.


Tratamiento quirúrgico de la incontinencia urinaria masculina

Fundamentalmente la secundaria a procedimientos quirúrgicos prostáticos (resección transuretral de próstata, adenomectomía y prostatectomía radical). Realizamos procedimientos quirúrgicos de contrastada eficacia, tales como el implante de diversos tipos de mallas para los casos más leves o esfínteres artificiales para los casos más graves o tras fracasos de procedimientos previos.


Tratamiento quirúrgico de la disfunción eréctil (impotencia masculina)

Para todos aquellos casos en los que hayan fracasado las diferentes opciones de tratamiento médico (vía oral, intrauretral o inyectable). Ponemos a disposición de los pacientes la posibilidad de realizar implantes de prótesis peneanas de diferentes modelos, adaptando la elección a las características particulares de cada caso.


Cirugía de repermeabilización de deferentes

Se trata de una técnica microquirúrgica que tiene como objetivo recanalizar los conductos deferentes obstruidos, generalmente tras una vasectomía previa. Los   resultados de esta técnica son buenos, especialmente si han pasado menos de 5 años desde que se realizó la vasectomía.


Hiperplasia Benigna de Próstata

La próstata es una de las cuatro glándulas sexuales accesorias del varón. Se relaciona íntimamente con la vejiga y tiene un importante papel en las funciones eyaculatoria y reproductora. Su desarrollo y función se encuentran bajo el control hormonal.

​La presencia de Síntomas del Tracto Urinario Inferior (STUI) relacionados con la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) es uno de los problemas sanitarios más frecuentes en los varones a partir de la quinta década de la vida. Su prevalencia se incrementa con la edad y se ha publicado en diversos trabajos que alrededor del 43% de los hombres de más de 60 años tiene alterada su calidad de vida por la presencia de síntomas urinarios. Además, es un motivo de consulta cada vez más frecuente debido, fundamentalmente,  al envejecimiento de la población y a la preocupación  por  la calidad de vida.

La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es un proceso benigno de proliferación celular que lleva al crecimiento del tamaño prostático. El crecimiento de la glándula prostática provoca efectos en la uretra y/o en el cuello vesical que dan lugar a alteraciones miccionales. Los síntomas que pueden aparecer son de dos tipos:

-Obstructivos: Fundamentalmente disminución de la fuerza y calibre del chorro, dificultad para iniciar la micción, goteo y sensación de vaciado completo.

-Irritativos: Principalmente aumento de la frecuencia miccional, micción nocturna y urgencia miccional, con o sin incontinencia.

En bastantes casos, estos síntomas empeoran con el paso de los años.


Para el estudio y diagnóstico de la Hiperplasia Benigna de Próstata, han de realizarse, además de la pertinente historia clínica y exploración física (tacto rectal), una serie de pruebas complementarias, entre la cuales, la más conocida por los pacientes es el PSA: antígeno prostático específico, en sus siglas en inglés.

El objetivo del tratamiento de la HBP es aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida y evitar la aparición de complicaciones. Las opciones terapéuticas son amplias e incluyen, desde la simple observación periódica, pasando por los tratamientos farmacológicos, a las múltiples y variadas técnicas quirúrgicas. La elección de cada una de las opciones vendrá dada por varios aspectos, fundamentalmente la edad del paciente, la gravedad de los síntomas, el impacto en la calidad de vida y el tamaño prostático.

Actualmente disponemos de tratamientos médicos muy eficaces para mejorar los síntomas de los pacientes. Sin embargo, a pesar de ellos, en algunos casos se pueden producir complicaciones, tales como retención urinaria, litiasis vesical (formación de cálculos en la vejiga), infecciones urinarias de repetición, hematuria (presencia de sangre en la orina). En otros casos, los tratamientos médicos no  satisfacen las expectativas del paciente. Tanto en unos como en otros tiene su indicación el tratamiento quirúrgico.

Los tratamientos quirúrgicos con mayor implantación son la resección transuretral de próstata (RTUP; procedimiento endoscópico) y la adenomectomía (en nuestro medio en su vía retropúbica –Millin-procedimiento de “cirugía abierta”). Ambos son muy efectivos, pero  las complicaciones de los mismos, aunque con relativamente baja incidencia, todavía suponen un problema importante; especialmente el sangrado, la incontinencia urinaria, la  disfunción eréctil y la estenosis de uretra.

En los últimos años se han desarrollado nuevos procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos que tratan de reproducir los buenos resultados de las técnicas tradicionales reduciendo significativamente las complicaciones.

La Unidad de HBP del Grupo Urológico Torrelodones-Madrid ofrecemos todas las posibilidades en el manejo diagnóstico y terapéutico de dicho proceso. Cada caso se orienta según las características de la enfermedad y del enfermo.


Fotovaporización con Láser Verde para el tratamiento de la Hiperplasia Benigna de Próstata

Entre estas alternativas mínimamente invasivas disponemos del láser KTP (láser de luz verde). El láser KTP ofrece la posibilidad de vaporizar eficazmente el tejido prostático, de una forma prácticamente exangüe (con muy poco sangrado), ofreciendo unos resultados comparables a los de la cirugía endoscópica convencional (RTUP), con la única salvedad de no poder disponer de tejido para su análisis. Como clara ventaja, el postoperatorio es más corto, ya que permite, en la gran mayoría de los casos, la retirada precoz de la sonda uretral.

La fotovaporización prostática con láser verde XPS es una alternativa que se ha probado igual de eficaz que las técnicas tradicionales con una tasa de complicaciones mucho más baja. Mediante un acceso transuretral, generalmente con anestesia raquidea, se realiza una vaporización del tejido prostático que obstruye la salida de orina desde la vejiga.

La fotovaporización prostática con láser es ya una técnica aceptada mundialmente. Recientemente se han publicado unas nuevas Guías de la Asociación Europea de Urología sobre tratamiento de la HBP con láser y existen mútiples estudios, con grandes series de pacientes, con seguimientos de más de 5 años y estudios comparativos con RTUP. Los resultados funcionales son comparables y se ha demostrado que las complicaciones perioperatorias son menores, especialmente las relacionadas con la hemorragia y la tasa de transfusión. Además, la estancia  media postoperatoria de los pacientes es de 24 horas o menor.

Actualmente es una técnica adecuada para:

  • Cualquier paciente  con indicación quirúrgica, con una próstata con un peso estimado inferior a 100-120 gramos.
  • Pacientes con pesos prostáticos estimados superiores a 100 gramos, adecuademente informados, que presentan otras enfermedades que desaconsejan la realización de una adenomectomía (“cirugía abierta”), bien sea por el riesgo anestésico (ASA) o postoperatorio inmediato (cardiopatías, enfermedades respiratorias, riesgo de trombosis, etc).
  • Pacientes jóvenes que precisen intervención quirúrgica y quieran una técnica con las mínimas complicaciones postoperatorias.


Oncología

Tenemos una especial dedicación a la Urología Oncológica. Una gran proporción de nuestros pacientes se encuadran en este campo de la especialidad. Los cánceres de próstata, de riñón, de vejiga y de las vía urinarias constituyen los tumores más frecuentes de la Urología Oncológica, sin olvidarnos de otros no tan frecuentes, aunque no por ello menos importantes, como los tumores de testículo, pene, glándula suprarrenal y retroperitoneo.

​Para el diagnóstico y tratamiento de estos tumores contamos con los medios técnicos más avanzados y con la colaboración de otros profesionales (radiólogos, oncólogos médicos, oncólogos radioterápicos y anatomopatólogos), con lo que el trabajo en equipo es fundamental. Asímismo, la experiencia de nuestro equipo con las técnicas de cirugía mínimamente invasiva (laparoscópica convencional y asistida por robot y endoscópica) nos permite su realización en los casos indicados, convirtiendo a nuestro Grupo en un Equipo de referencia en la Comunidad de Madrid.


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