Programa de Cirugía Mínimamente Invasiva


CIRUGÍA  LAPAROSCOPICA:

Aunque la primera cirugía laparoscópica fue llevada a cabo en 1901 por Kelling, y la primera nefrectomía por esta vía fue realizada por Clayman en 1990, es a finales de los 90 y principios del siglo XXI cuando la cirugía laparoscópica urológica adquiere una expansión e implantación prácticamente universal.

La cirugía laparoscópica ofrece beneficios respecto a la cirugía abierta clásica, con un menor dolor en el postoperatorio, una convalecencia más corta, menor cicatriz al emplear incisiones mínimas; y con unos resultados, tanto en cirugía oncológica como no oncológica iguales a los de la cirugía abierta.
    
Los procedimientos incluyen prácticamente toda la cirugía del tracto urinario superior (riñón y uréter) y glándula suprarrenal (excepto casos muy complejos de grandes tumores renales o con trombo vascular), la exéresis de masas retroperitoneales en cáncer de testículo, la cirugía de la pelvis menor (próstata y vejiga) y cirugía reconstructiva del suelo pélvico (colposuspensiones laparoscópicas) y del uréter (reimplante ureteral).

CIRUGÍA ROBOTICA:
    
El Servicio de Urología del Hospital Universitario HM Torrelodones ofrece a sus pacientes la posibilidad de realizar cirugía asistida por robot en el caso de que creamos que la indicación puede ser beneficiosa.

La cirugía robótica es diferente, no sólo a la cirugía abierta, sino también a la laparoscopia, ya que utiliza un control quirúrgico remoto, visión estereoscópica (3D) y filtros para evitar el temblor, lo que aumenta la precisión del cirujano.
    
Los procedimientos que pueden ser realizados son los mismos que los que se pueden hacer por laparoscopia convencional, pero aporta un mayor beneficio en los que es necesario realizar técnicas reconstructivas o suturas (prostatectomía radical, colposuspensión, cirugía de la unión pieloureteral, reimplante ureteral  y la  nefrectomía parcial).

ENDOUROLOGIA:
    
El término endourología acuñado en 1978 por el Dr. Arthur Smith (NY, USA), se utiliza para describir cualquier manipulación o acceso endoscópico cerrado y controlado del tracto genitourinario.  

Los procedimientos del tracto urinario inferior, debido a su elevada frecuencia, baja complejidad técnica y estandarización del instrumental, se utilizan de forma rutinaria en la práctica clínica habitual de cualquier Unidad de Urología (cistoscopia diagnóstica, RTU-próstata y vejiga, uretrotomía endoscópica interna,…). Por otro lado, los procedimientos del tracto urinario superior, a excepción del cateterismo ureteral, son procedimientos que requieren instrumental más específico y un grado de complejidad técnica relativamente superior.
    
        
PROCESOS ENDOUROLÓGICOS HABITUALES
        
La endourología permite el tratamiento de diversas patologías urológicas con una prevalencia e incidencia elevadas:
        
Litiasis urinaria:

El cólico nefrítico es la patología urgente urológica más frecuente y la tercera causa de atención en consulta de urología programada. Aproximadamente el 20% de los pacientes que padecen litiasis acaban precisando un tratamiento intervencionista. El tratamiento de la litiasis urinaria ha evolucionado en las últimas décadas de forma considerable.

  • Ureteroscopia semirrígida, para el tratamiento de litiasis ureterales
  • Ureteroscopia flexible o Cirugía Retrógrada Intrarrenal (CRIR), para el tratamiento de litiasis pielo-calicial hasta 2-3 cm de diámetro máximo, localizadas en grupo calicial inferior, divertículo calicial y en situaciones anatómicas donde la Litotricia Extracorpórea por Ondas de Choque (LEOCH) tiene una eficacia reducida (obesidad mórbida, riñón ectópico, riñón en herradura, monorreno anatómico o funcional, deformidades músculo-esqueléticas).


Las principales ventajas de éstos procedimientos son, una mayor eficacia que LEOCH en el tratamiento de cualquier litiasis, independientemente de su tamaño y composición, necesidad por lo tanto de menor número de re-tratamientos y procedimientos auxiliares.


Tumores del tracto urinario superior

  • Diagnóstico de patologías del tracto urinario superior, cuando los método de imagen no permiten su correcta caracterización
  • Tratamiento electivo de tumores del tracto urinario superior (lesión única, menor de 1-1,5 cm, bajo grado)
  • Tratamiento con indicación relativa de tumores del tracto urinario superior en pacientes no susceptibles (por su elevada morbilidad) de tratamiento radical con intención curativa (nefroureterectomía radical con rodete vesical)
  • Tratamiento con indicación absoluta de tumores del tracto urinario superior en pacientes no susceptibles (riñón único, insuficiencia renal, tumor bilateral sincrónico) de tratamiento radical con intención curativa (nefroureterectomía radical con rodete vesical).


Derivación urinaria

  • Uropatía obstructiva que requiere colocación de nefrostomía percutánea.
  • Cateterismo ureteral anterógrado en situaciones especiales: neovejiga ortotópica, ureteroileostomía cutánea, reimplantación ureteral.


Estenosis ureteral

  • Tratamiento de estenosis ureteral única, menor de 1 cm, secundaria a yatrogenia (ginecológica, vascular, digestiva, urológica,…) mediante dilatación y cateterismo
  • Tratamiento de estenosis ureteral compleja, múltiple, mayor de 1 cm o tras radioterapia, no susceptible de cirugía reconstructiva abierta o laparoscópica, mediante colocación de endoprótesis
  • Fístulas urinarias
  • Estenosis urétero-ileal tras cistectomía radical o urétero-ileostomía (Bricker).
  • Endopielotomía anterógrada o retrógrada para el tratamiento de estenosis congénita de la  unión pielo-ureteral.

        

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